Psiko: Psicologia online

Cuando amamos demasiado: la dependencia emocional

Baja autoestima, pobre autoconcepto, miedo al abandono, necesidad constante de aprobación, idealización, así como, dificultad en el establecimiento de los apegos que lleva a vinculaciones basadas en la sumisión y/o subordinación hacia el otro, son, a grandes rasgos, algunas de las características de las personas que presentan dependencia emocional.

Lo cierto es que en una sociedad heteropatriarcal con unos ideales de pareja basados en los principios de amor romántico, aquel que dice que el amor verdadero, el realmente auténtico, supera todo tipo de obstáculos, y, está caracterizado por aspectos como: la entrega total, la concepción del otro como único y fundamental motivo de nuestra existencia, sensaciones muy intensas entorno al objeto amado, el perdón y/o la justificación de cualquier comportamiento en nombre del amor, y un largo etcétera que; dificultan, entorpecen y normalizan, ciertas conductas y actitudes poco saludables, que llevan a muchas personas a verse inmersas en relaciones, donde el desgaste y el sufrimiento son los ingredientes básicos.

Aprender a respetarse, situarse como prioridad y/o vincularse, desde la igualdad y el respeto, serán las bases para vencer dependencias. Hablemos de la dependencia emocional, de las características principales de personalidad y sobretodo y, lo más importante, de cómo gestionarla.

¿Qué es la dependencia emocional?

La dependencia emocional es un patrón de vinculación afectiva caracterizada por la intensa “necesidad del otro” con un deseo de acceso constante a él, así como, necesidad de exclusividad en la relación de pareja y hacia otras personas significativas. Es decir, no únicamente debe darse, aunque es más habitual, en el contexto de pareja.

Pese a que puede darse en igual proporción en ambos sexos, existen más casos registrados de mujeres dependientes, tal vez, por una cuestión meramente cultural y/o de género, así como porque ellas, parecen presentar menor resistencia a solicitar ayuda por estos casos.

La persona dependiente tiende a idealizar al objeto amado, situando a este como eje central de su vida y dejando relegado otros aspectos de su entorno. El patrón de relación que establecen está basado en la sumisión y la subordinación, así como, un historial de relaciones de pareja de tipo desestructurado. La dependencia emocional mantenida en el tiempo lleva a desgaste y sufrimiento y es caldo de cultivo de relaciones de tipo tóxico vejatorio y/o de maltrato.

Características de la persona dependiente:

A grandes rasgos podríamos decir que presentan las siguientes características.

.1. Baja autoestima y/o autoconcepto pobre: Al no considerarse seres aptos de recibir afecto aceptan y toleran cualquier tipo de trato que otra persona por mera supervivencia no toleraría. Solo están bien consigo mismas cuando perciben que son queridos.

.2. Miedo a la soledad: Les produce incomodidad, malestar e incluso ansiedad. No conciben la vida sin alguien a su lado. No les gusta la idea de estar a solas consigo mismas.

.3. Estado de ánimo disfórico: Sujeto al transcurso de la relación de pareja. Los trastornos más prevalecientes, son la ansiedad y la depresión. Sentimientos negativos como: la culpa, preocupaciones y sensación de vacío que solo pueden llenar con la presencia de su pareja.

.4. Necesidad de agradar: No solo a su entorno cercano, sino también a los desconocidos. Les preocupan las críticas y el rechazo del resto, de ahí, que rara vez, expresen su malestar y se presenten al mundo como personas generosas, afables, éticas y honradas.

.5. Déficit de habilidades sociales: No tienen un adecuado desarrollo de la asertividad. Sus conversaciones giran en torno al monotema que constituye su relación de pareja.

.6. Idealización: Idealizan al sujeto amado, magnificando o proyectando virtudes que a veces ni existen.

.7. Apego ansioso ambivalente: Caracterizado por una necesidad de acceso al otro alternado con periodos de abrumación ante muestras de afectos, que les sorprende recibir.

.8. Historial tormentoso de vinculaciones: Basado en la sumisión y/o subordinación junto a perfiles explotadores y /o narcisistas.

.9. Dificultades para establecer límites: Con respecto al otro, presentando problemas en hacer valer sus derechos, ya que consideran que sus necesidades, no cuentan como las de los demás.

.10. Atribución de culpa: De todo cuanto acontece, resultándoles difícil defenderse ya que ante la amenaza se vuelven vulnerables.

. 11. Tendencia a la somatización: Su incapacidad para expresar enfado o cualquier emoción negativa, los lleva a reprimir emociones que con el tiempo les hace “explotar” y buscar vías de escape como la somatización.

Efectos a largo plazo del perfil dependiente

Las personalidades dependientes sufren, aguantan el dolor y reprimen la emoción, esto, mantenido en el tiempo, los puede llevar al agotamiento físico y mental. La persona se queda literalmente “sin fuerzas” para continuar. Son frecuentes las sensaciones de desesperanza, la sensación de no valía, inutilidad o incapacidad, los estados depresivos y la apatía. En los casos más graves, aparecen ideaciones autolíticas e incluso la ejecución de esta. También manifiestan trastornos de ansiedad e hipervigilancia, así como, frecuentes somatizaciones debido al mantenimiento de las emociones negativas que se manifiestan en trastornos gastrointestinales, úlceras, reacciones cutáneas y distintas vías de manifestación corporal. Recibir la ayuda adecuada es muy importante.

El dependiente en pareja:

La evitación a toda costa el abandono por su miedo a la soledad, así como los deseos de exclusividad los lleva vincularse con perfiles altamente tóxicos. Siendo frecuentes que se relacionen con personalidades explotadoras como podría ser: el sujeto narcisista o antisocial, que carecen de escrúpulos y empatía, haciendo un uso y abuso de la persona con la que establecen “vinculación”. Es habitual que estas personalidades se vean expuestas a relaciones vejatorias y de maltrato.

Diferenciar rasgo de estado

Es importante entender que todos en cualquier momento nos podemos ver expuestos a un tipo de relación así, nadie estamos inmunes. Por ello es importante diferenciar lo que sería una relación de dependencia como estado, se entiende como un hecho puntual aislado, de un patrón estable de funcionamiento. O lo que sería como rasgo. Aquí, si hablamos de una tendencia a vincularnos de este modo. En este segundo caso, es algo más compleja la intervención, aunque los resultados pueden ser altamente óptimos también.

Cómo superar la sumisión

Es importante saber que estas personas necesitan ayuda terapéutica por parte de un profesional cualificado que les brinde el apoyo que merecen. La persona debe saber que se trata de un tratamiento lento, pero totalmente necesario. Algunas de los puntos a tener presente para superar las actitudes de sumisión son:

  1. Que la persona aprenda a situarse como primera opción en su vida, aprendiendo a ser más egoístas y centrándose en su recuperación.
  2. Trabajo a nivel de autoestima: como aprender a amarse, a conocerse, a aceptarse y a quererse serán aspectos vitales para avanzar en el tratamiento.
  3. Trabajo en asertividad: Como aprender a poner límites, a decir que no, a conocer los propios derechos y a manifestarlos.
  4. Trabajo a nivel cognitivo, donde básicamente se trabajan los esquemas de funcionamiento, sobretodo, los que hacen referencia a la vinculación con los demás. Aprender que amor no es igual a sufrimiento.
  5. Trabajo a nivel de pensamientos automáticos: qué cosas me digo y qué hago con ello. Aprender a derrotar un pensamiento tóxico y substituirlo por otros más funcionales.
  6. Recuperar un círculo social, que hagan alguna actividad, que se relacionen socialmente.
  7. Recuperar la sensación de autovalia: buscar una motivación que les haga sentir productivos y centrarse en ello.
  8. Darse refuerzo positivo. Premiarse por los logros y ser muy conscientes de ello.

Desde Psiko te ofrecemos un espacio para poder trabajar estos aspectos. ¡No temas pedir ayuda!

 


Verónica Vivero
Nº Col. COPC-19212

6 respuesta a “Cuando amamos demasiado: la dependencia emocional”

  1. Excelente artículo. Muchas veces nos olvidamos de nosotras mismas y no nos damos cuenta, cayendo en estas situaciones incómodas. Gracias por aportar luz y ayudar a identificar estas conductas.

  2. Me ha parecido súper interesante este post, un tema muy común del cual hay muy poca información. Escribes unos posts muy buenos, explicaciones muy detalladas de cada concepto y sus ideas, con una estética muy fácil y agradable de leer. Muchas gracias por compartirnos tus conocimientos que tanto nos ayudan.

  3. Desde hace tiempo que tengo la suerte de conocer a Verónica como psicóloga y justamente me ayudó bastante con este tema en particular.

    He de decir que la dependencia emocional es algo que cuesta mucho de ver, porque a día de hoy la sociedad nos vende que el amor es entrega en cuerpo y alma y tiendes a normalizar este tipo de relación toxica. En mi caso no fui consciente de que mi anterior relación fue altamente toxica, dada la relación de dependencia tan enorme que tenía, hasta tiempo a que finalizó y con las sesiones fui consciente de ello.

    Otra parte que está muy oculta es los hombres que la sufrimos. Sinceramente creo que se debe, al igual que antes, por una sociedad donde importa más ser el caballero blanco que rescata a su princesa de castillo o el leñador rudo, fuerte y muy macho, donde en ninguno de los casos se le tiene permitido el expresar sus emociones más básicas y tiene que reprimirlas en lo más hondo de su ser.

    He de decir que no es un proceso corto, ni sencillo, pero teniendo ayuda se puede salir de ahí.

    Gracias Veronica por este gran articulo y espero que estas palabras animen a esas personas (chicos os chichas), que lo necesiten, a dar el paso para pedir la ayuda, crecer personalmente y sentirse agusto con uno mismo sin tener que ponerse una careta.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *