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Eyaculación precoz… ¿por qué me pasa a mí?

En lo que a los temas de alcoba se refiere, siempre surgen muchas preguntas, cuestiones, incógnitas y misterios debido a que al ser la sexualidad un tema tabú hasta ayer, como quien dice, no se ha hablado abiertamente de los temas que preocupan a la sociedad.

En cuanto a las personas con pene, hay una cuestión en particular que suele preocupar a la mayoría: eyacular demasiado pronto. Cuando esto ocurre se genera una avalancha de pensamientos que, por norma general, no tienen base en la realidad o son fundamentados en creencias erróneas y si esto no se corta a tiempo, la bola de nieve de pensamientos cada vez es mayor, pudiendo provocar desde malestar en la persona hasta la cronificación de una situación que quizá inicialmente solo fue algo puntual.

La eyaculación precoz se define como una falta del control eyaculatorio en respuesta a una estimulación sexual mínima antes, durante o poco tiempo después de la penetración, y antes de que la persona lo desee. “Ser demasiado rápidos” es una cuestión que afecta y preocupa alrededor del 30% de la población masculina. Es una de las dificultades más frecuentes en los hombres y personas con pene, provocando insatisfacción tanto en ellos mismos como en el otro miembro de la pareja, en muchas ocasiones.

Pero, ¿por qué ocurre? En la mayoría de los casos, la eyaculación precoz viene provocada por alguna de las siguientes causas:

Un mal aprendizaje sexual: por norma general, las primeras experiencias sexuales de una persona con pene, como la masturbación o las primeras relaciones sexuales, se realizan a escondidas y de forma rápida, pues se daban en una situación en la que primaba el miedo a ser pillados en lugar del disfrute del momento. En este aspecto, terminar rápido era una ventaja, ya que evitaba que la “situación comprometida” se dilatase en el tiempo, así que el cuerpo “aprende” este hábito.

Centrar el sexo en la penetración: en muchos casos el placer masculino está asociado solamente a los genitales, lo que lleva a centrarse en el coito como tal y, de esta forma, conseguir la eyaculación de forma rápida, sin disfrutar de todo el proceso de la relación sexual. Este tipo de relación sexual genera ansiedad, preocupación por el rendimiento y sentimiento de obligación, lo que provoca descontrol en la excitación, pudiendo desencadenar tanto en eyaculación precoz como en su opuesto, la eyaculación retardada.

La tendencia biológica: durante toda la evolución, el macho que más rápido eyaculaba podía cubrir a más hembras y asegurar su descendencia. Cuando la relación sexual era un mero trámite para asegurar la continuidad de nuestros genes, eyacular rápido era una ventaja. Actualmente las relaciones sexuales no se utilizan solamente para eso y, por tanto, eyacular rápido no es una necesidad evolutiva.

Una vez comprendemos cuál es el motivo que puede estar causando el descontrol en la eyaculación tenemos ventaja para encontrar soluciones. La terapia sexual es una de las soluciones a las que se puede recurrir, siendo ésta muy exitosa en la mayoría de los tratamientos de casos de eyaculación precoz y consiguiendo que, en un breve periodo de tiempo, se pueda re-educar la respuesta sexual y se adquiera el control orgásmico necesario para  para poder disfrutar de relaciones sexuales satisfactorias.

 


Libertad Clemente
Nº Col. CL-4218

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